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Japón actualiza sus proyecciones: un megaterremoto podría causar 300.000 muertes y pérdidas millonarias

El Gobierno de Japón ha actualizado este lunes (31.03.2025) sus estimaciones sobre el impacto de un megaterremoto y tsunami en la fosa de Nankai, una zona de alta actividad sísmica al sur del país. Según el nuevo informe, hasta 298.000 personas podrían perder la vida en un desastre de esta magnitud, una cifra ligeramente inferior a la estimada en 2012 tras la catástrofe de Fukushima, que calculaba hasta 323.000 fallecidos.

Ante este escenario, el Ejecutivo nipón revisará su plan de prevención de desastres, con el fin de identificar áreas prioritarias en función del riesgo de inundación y diseñar un nuevo plan de resiliencia para el período fiscal 2026-2030.

Una amenaza latente en la fosa de Nankai

La fosa de Nankai, una grieta submarina de 800 kilómetros de largo, se extiende desde Shizuoka, al oeste de Tokio, hasta el extremo sur de Kyushu. En este punto, la placa tectónica oceánica del mar de Filipinas se desliza bajo la placa continental de Japón, en un proceso de subducción que ha generado megaterremotos cada 100 o 200 años durante los últimos 1.400 años.

El último gran sismo registrado en esta zona ocurrió en 1946, y los expertos han advertido reiteradamente sobre la posibilidad de que se repita. En enero de este año, un grupo de científicos gubernamentales alertó de que la probabilidad de que un megaterremoto sacuda la región en los próximos 30 años ha aumentado, situándose entre un 75 % y 82 %.

El impacto humano y económico de un megaterremoto

El grupo de trabajo de gestión de desastres estima que:

  • 215.000 personas morirían a causa del tsunami generado por el terremoto.
  • 73.000 personas fallecerían por el colapso de edificios.
  • 9.000 personas perderían la vida en incendios provocados por el desastre.

Además del enorme costo humano, el impacto económico de un evento sísmico de esta magnitud sería devastador. Las pérdidas alcanzarían los 270 billones de yenes (1,66 billones de euros), superando la estimación anterior de 214 billones de yenes (1,32 billones de euros). Se prevé que 2,35 millones de edificios sean destruidos total o parcialmente.

Este informe se publica pocos días después del devastador terremoto que golpeó Birmania, recordando la constante vulnerabilidad de las poblaciones situadas en zonas de alta actividad sísmica.

Japón: una nación acostumbrada a los terremotos, pero siempre en alerta

Japón es uno de los países más sísmicamente activos del mundo, con eventos telúricos frecuentes y un avanzado sistema de prevención y respuesta. No obstante, la magnitud potencial de un megaterremoto en la fosa de Nankai sigue siendo motivo de preocupación.

El gobierno japonés continúa reforzando sus estrategias para mitigar el impacto de futuros desastres, incluyendo simulacros, el fortalecimiento de infraestructuras y la actualización de sus planes de evacuación. Sin embargo, como advierten los científicos, predecir con exactitud cuándo y dónde ocurrirá el próximo gran sismo sigue siendo extremadamente difícil.

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