El Senado de Estados Unidos, bajo control republicano, bloqueó este miércoles un proyecto de ley bipartidista destinado a revocar los nuevos aranceles globales impuestos a principios de mes por el expresidente Donald Trump. La medida, que buscaba poner fin al estado de emergencia económica declarado por Trump para justificar sus acciones, fue rechazada tras una votación empatada 49-49, un resultado que frustra el intento del Congreso de intervenir en una creciente guerra comercial.
Tres senadores republicanos —Rand Paul (Kentucky), Susan Collins (Maine) y Lisa Murkowski (Alaska)— rompieron filas con su partido y votaron junto a los demócratas. No obstante, la ausencia del líder de la minoría Mitch McConnell y del senador demócrata Sheldon Whitehouse terminó sellando el destino de la resolución.
Aunque el proyecto no tenía posibilidades reales de revertir la política arancelaria de la Casa Blanca —ya que Trump había adelantado su intención de vetarlo si se aprobaba—, la votación fue interpretada por los demócratas como un gesto simbólico para dejar constancia de la división en torno al enfoque económico del expresidente.
“El Senado no puede ser un espectador ocioso en la locura arancelaria”, dijo el senador Ron Wyden (D-Oregón), uno de los principales impulsores de la iniciativa. «El Congreso debe reafirmar sus prerrogativas constitucionales en materia de comercio».
Tensiones internas y efectos económicos
La votación llega en medio de un creciente malestar en ambas bancadas por las consecuencias de la política económica impulsada por Trump. Según cifras publicadas este mismo miércoles por el Buró de Análisis Económico (BEA), el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos registró una caída del 0,3 % en el primer trimestre del año, el primer retroceso trimestral desde 2022. La desaceleración se atribuye al aumento de las importaciones y a una reducción del gasto gubernamental, factores vinculados en parte a la incertidumbre comercial.
Aunque el consumo privado creció un 1,8 % entre enero y marzo, se mantuvo por debajo de los niveles de los seis meses anteriores. Los analistas habían proyectado inicialmente un crecimiento modesto del 0,4 %, pero revisaron sus previsiones a la baja ante el clima de inestabilidad que ha marcado el regreso de Trump a la escena política.
La Casa Blanca, por su parte, minimizó los datos económicos y negó que los aranceles sean responsables de la contracción del PIB. En declaraciones realizadas esta tarde, Trump culpó al expresidente Joe Biden de haber dejado “una economía debilitada” y defendió sus medidas proteccionistas como “necesarias para restaurar la soberanía económica de Estados Unidos”.
Voto dividido, Congreso limitado
La votación de este miércoles expone las grietas internas en el Partido Republicano y deja al descubierto las limitaciones del Congreso para frenar por sí solo la agenda comercial del expresidente. Un intento previo de bloquear los aranceles a Canadá fue aprobado por una estrecha mayoría de 51-48, con cuatro republicanos alineándose con los demócratas. Esta vez, la ausencia de McConnell, una figura clave que había criticado públicamente los aranceles pero no reveló cómo votaría, resultó decisiva.
El rechazo de la resolución no solo representa una victoria para Trump, sino también una señal de advertencia sobre el rumbo económico del país, marcado por políticas impredecibles y consecuencias que ya se reflejan en los indicadores macroeconómicos.
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