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El origen de la rivalidad entre Israel e Irán

La tensión en Medio Oriente alcanzó un nuevo punto crítico este viernes 13 de junio, cuando el ejército de Israel lanzó una serie de ataques contra instalaciones nucleares y objetivos estratégicos en territorio iraní. La operación, bautizada oficialmente como León Naciente, fue anunciada por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien justificó la ofensiva como un acto de “supervivencia nacional”.

“Hoy, Irán está más cerca que nunca de obtener un arma nuclear. Las armas de destrucción masiva en manos del régimen iraní representan una amenaza existencial para Israel y una amenaza para el mundo entero”, declaró Netanyahu en un mensaje televisado, advirtiendo que la operación se extenderá “los días que sea necesario”.

La respuesta de Teherán no tardó en llegar. Horas después del anuncio israelí, el gobierno iraní lanzó decenas de misiles balísticos hacia territorio israelí en lo que calificó como el inicio de una “respuesta aplastante”. Explosiones se registraron en Tel Aviv, Jerusalén y también en Teherán, mientras los sistemas de defensa de Israel interceptaban la mayoría de los proyectiles y drones lanzados desde Irán.

El ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, calificó los ataques de Israel como “una declaración de guerra” y advirtió que la respuesta no se limitará a esta primera ofensiva.

De la guerra en las sombras al enfrentamiento directo

Aunque Israel e Irán han sido enemigos declarados durante décadas, los ataques directos entre ambos países eran, hasta hace poco, eventos aislados y en gran parte encubiertos. La rivalidad, que se remonta a la Revolución Islámica de 1979, se intensificó tras los atentados del 7 de octubre de 2023 por parte de Hamás, grupo respaldado por Teherán. Desde entonces, Israel ha respondido militarmente no solo en Gaza, sino también contra milicias aliadas de Irán en Líbano, Yemen y Siria.

Sin embargo, los ataques iniciados este 13 de junio marcan una nueva etapa: el paso de una guerra en la sombra a un conflicto de confrontación directa entre dos de los actores más poderosos y beligerantes del Medio Oriente.

Una enemistad con raíces históricas

Las relaciones entre Israel e Irán no siempre fueron hostiles. Hasta 1979, ambos países mantenían vínculos diplomáticos y cooperaban estratégicamente, en buena medida por su alianza común con Estados Unidos. Todo cambió con la llegada al poder del ayatolá Ruhollah Jomeini y la instauración de la República Islámica, que rompió relaciones con Israel y se convirtió en uno de sus más acérrimos enemigos ideológicos y políticos.

Desde entonces, Teherán ha apoyado abiertamente a organizaciones como Hezbolá, Hamás y los hutíes, que Israel considera grupos terroristas, mientras que Israel ha atacado objetivos vinculados a Irán en distintos frentes, incluido el ciberespacio.

Uno de los puntos más sensibles en esta rivalidad ha sido el programa nuclear iraní. Israel lo considera una amenaza directa a su existencia, y ha estado implicado en numerosas operaciones para sabotearlo, incluida la eliminación de científicos nucleares y ataques con malware como el famoso Stuxnet. Por su parte, Irán insiste en que su programa tiene fines pacíficos, aunque su negativa a colaborar plenamente con organismos internacionales ha alimentado la desconfianza global.

Escenario impredecible

El conflicto ha llegado a un punto sin precedentes. Analistas coinciden en que esta escalada puede tener consecuencias regionales devastadoras. Las hostilidades abiertas entre Israel e Irán podrían arrastrar a otros actores, como Estados Unidos, Arabia Saudita, el Líbano y organizaciones armadas en Siria y Yemen.

Héctor Vaez, del International Crisis Group, advirtió que “una confrontación directa sostenida entre Israel e Irán desataría una guerra de gran escala en la región más volátil del planeta”. A su juicio, esta escalada supera lo que hasta ahora había sido una guerra de posicionamientos indirectos y podría tener repercusiones globales.

Con la Operación León Naciente en curso y Teherán prometiendo más respuestas, la posibilidad de una tregua parece lejana. Y mientras tanto, el mundo observa con preocupación cómo dos potencias militares intercambian fuego en uno de los tableros geopolíticos más inestables del siglo XXI.

Un comentario

  1. Dr. Héctor Geager, Politólogo, Historiador, Experto en Pensamiento Crítico Dr. Héctor Geager, Politólogo, Historiador, Experto en Pensamiento Crítico 17 de junio de 2025

    Un análisis simplista y, hasta cierto punto, sesgado, del problema entre Israel e Iran. El problema es más complicado. Este análisis no está enmarcado dentro de la geopolítica histórica del oriente medio.

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