El periodista Segundo Cabrera, conocido por su labor en el portal Periodismo Sin Mordaza, ha sido objeto de graves acusaciones difundidas en un video que circuló en la red social Facebook. La publicación, compartida desde la cuenta Sociedad Política, señala a Cabrera de recibir dinero a cambio de atacar a la Alcaldía de Cuenca y a la Prefectura de Azuay, y de desempeñar el rol de «troll» en las redes sociales para deslegitimar a las autoridades locales.
En el video, que dura poco más de dos minutos, se le acusa de ser un “infiltrado en la lucha social” que busca desestabilizar las gestiones del actual alcalde de Cuenca, Christian Zamora, y de la Prefectura de Azuay. Además, se señala que su supuesto objetivo sería socavar las protestas y movilizaciones sociales, trabajando en conjunto con la Policía para neutralizar estas acciones.
El origen de la controversia parece estar en una serie de hechos previos denunciados por Cabrera. Según su relato, días antes de que el video fuera publicado, el periodista fue perseguido por vehículos sin placa mientras se desplazaba desde su domicilio. Ante estos incidentes, Cabrera decidió presentar una denuncia formal por intimidación.
El video titulado «Infiltrado en la lucha social: El oscuro rol del expolicía Segundo Cabrera en Azuay», fue publicado el 20 de junio por Sociedad Política y asegura que Cabrera, quien trabajó como policía hasta 2023, tiene como misión obtener información sobre las protestas y reclamos sociales para entregarla a las autoridades, con el fin de evitar que las manifestaciones se desarrollen. La pieza audiovisual también lo acusa de crear cuentas falsas para realizar ataques sistemáticos en las redes sociales contra las autoridades locales y nacionales, y de utilizar vehículos estatales para cubrir sus actividades periodísticas.
Una de las acusaciones más graves del video es que Cabrera, tras haber dejado la Policía, estaría coordinando con dirigentes gremiales para organizar marchas y protestas, lo que ha generado desconcierto entre los actores políticos de la región.
En una entrevista con Fundamedios, Cabrera se defendió de las acusaciones y aclaró que su renuncia a la Policía en 2023 fue por motivos personales y no por conflictos con ninguna autoridad, como se señala en el video. Aseguró que su labor periodística es independiente y que sus opiniones, aunque firmes, no buscan generar discordia de manera intencionada. Rechazó categóricamente las acusaciones de conspiración con la Policía o de manipulación de las protestas, explicando que su relación con los dirigentes gremiales es estrictamente profesional, como parte de su trabajo de reportería.
Cabrera también relató con preocupación los episodios de persecución que sufrió recientemente. Describió cómo un vehículo sin placas se le acercó peligrosamente cuando salía de su casa en dos ocasiones, durante los días lunes y miércoles de la semana pasada. «Uno de los carros se me pegó a unos 10 metros… me percaté de que no tenía placas y tomé distintas rutas para comprobar si me seguían, y sí, me siguieron», contó Cabrera, visiblemente preocupado por la situación.
Debido a estos incidentes, Cabrera decidió presentar una denuncia ante la Fiscalía por intimidación. Además, detalló que ha recibido amenazas telefónicas, en las que se le exigió que dejara de criticar a las autoridades en sus reportajes. A pesar de estos ataques, Cabrera afirmó que desconoce la identidad de los responsables y reafirmó su compromiso con la libertad de expresión y el periodismo independiente.
Este caso pone en evidencia la creciente tensión en la región de Azuay, donde el trabajo periodístico se ha convertido en un blanco de ataques y presiones, mientras se siguen levantando interrogantes sobre la relación entre los periodistas y los actores políticos y sociales.
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