Pulsa «Intro» para saltar al contenido

Alex de Waal sobre la hambruna en Gaza: «Es un crimen socialmente diseñado»

El experto británico en hambrunas, Alex de Waal, lleva más de cuatro décadas analizando crisis alimentarias a nivel mundial. En una conversación con BBC Mundo, explicó cómo la situación en Gaza, más allá de una emergencia humanitaria, refleja una estrategia meticulosamente planificada para infligir dolor, trauma social y deshumanización.

Alex de Waal, reconocido académico y director de la Fundación Mundial para la Paz en la Universidad de Tufts, ha dedicado su carrera a estudiar las hambrunas. Para él, el caso de Gaza marca un punto de inflexión en la historia reciente. “Lo que ocurre en Gaza no es una hambruna cualquiera. Es una hambruna que ha sido diseñada de manera específica para infligir privación a nivel individual y causar un trauma social profundo», explicó.

De Waal es autor de libros clave en el estudio de la hambruna, como «Inanición masiva: la historia y el futuro de la hambruna» (Mass Starvation: The History and Future of Famine). Según su perspectiva, la hambruna no solo afecta el cuerpo físico de las personas, sino que actúa como un instrumento para desmantelar una sociedad. «No es solo un proceso biológico. Es una experiencia colectiva de deshumanización, una herramienta para destruir el tejido social», señaló.

Un enfoque sistemático de privación

Lo que distingue a Gaza de otras crisis alimentarias es el nivel de control y la intencionalidad detrás de la crisis. “Desde la Segunda Guerra Mundial, no ha habido una hambruna tan meticulosamente diseñada y controlada. Esta crisis es totalmente provocada y podría haber sido evitada», enfatizó.

De Waal destacó que, si bien las hambrunas suelen ser el resultado de factores bélicos o desastres naturales, en Gaza la comunidad internacional tiene los recursos y la capacidad para aliviar la situación de inmediato. “En Gaza, los camiones con ayuda están esperando para cruzar la frontera, pero la decisión política es lo único que falta. Si el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, diera la orden, mañana todos los niños de Gaza podrían tener acceso a un desayuno”, afirmó el experto.

La Fundación Humanitaria de Gaza: ¿Una solución o un obstáculo?

Uno de los aspectos más controvertidos de la crisis es el papel de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), una entidad establecida con el apoyo de Israel y Estados Unidos para reemplazar la red de distribución de la ONU. Para de Waal, la GHF no solo es ineficaz, sino que actúa como una extensión del aparato militar israelí. “Si la GHF fuera genuinamente humanitaria, trabajaría en conjunto con la población de Gaza. Pero no es así. La hambruna no es solo un problema biológico; es un problema social. Destruye la comunidad, el tejido social», explicó.

En su análisis junto al grupo Forensic Architecture, de Waal mostró cómo la Fundación, lejos de aliviar el sufrimiento, contribuye a la deshumanización de los palestinos. Según sus observaciones, las raciones distribuidas por la GHF son limitadas y distribuidas de manera inequitativa, dejando a los más vulnerables sin acceso a la ayuda necesaria.

El impacto psicológico y social de la hambruna

De Waal subrayó el impacto social de la hambruna, un fenómeno que va más allá del hambre física. «El hambre como arma de guerra tiene un propósito mucho más allá de matar a las personas. El objetivo es desgarrar el tejido social de una comunidad, romper sus lazos y destruir su dignidad», explicó. En su experiencia, este tipo de trauma es muchas veces más duradero que el sufrimiento físico, como ocurrió durante la hambruna en Irlanda en la década de 1840.

Además, de Waal recordó que la campaña militar israelí en Gaza, combinada con la destrucción de infraestructuras clave para la supervivencia, busca algo más que derrotar a Hamás. “Es una tentativa de desmantelar una comunidad política y social en Gaza. Es una forma de deshumanización a gran escala”, afirmó.

Responsabilidad internacional

En cuanto a la responsabilidad de las naciones que siguen apoyando a Israel, como Estados Unidos, Reino Unido y los miembros de la Unión Europea, de Waal recordó que todos los países firmantes de la Convención sobre el Genocidio tienen la obligación de prevenirlo. “No pueden seguir facilitando el genocidio o contribuir a él de manera indirecta. La ayuda humanitaria debe ser incondicional y sin trabas», dijo.

A pesar de la creciente presión internacional, el gobierno israelí ha minimizado la magnitud de la crisis, rechazando la etiqueta de «hambruna» y acusando a Hamás de robar la ayuda. Sin embargo, investigaciones independientes han desmentido estas acusaciones, mostrando que la ayuda humanitaria está siendo insuficientemente distribuida, lo que agrava la situación.

El futuro de Gaza: Un punto de inflexión en la historia de las hambrunas

Lo que ocurre en Gaza es, para de Waal, un reflejo sombrío de lo peor que la humanidad puede permitir. “Hace 10 años pensaba que las hambrunas serían parte del pasado. Hoy, lo que veo en Gaza me recuerda a las peores imágenes que vi en los años 80, en mis primeros días como trabajador humanitario. Pensé que nunca más veríamos algo como esto, que la humanidad había aprendido de sus errores”, concluyó el experto.

La situación en Gaza se aproxima a un punto de inflexión, donde la crisis puede intensificarse rápidamente. «La distribución de alimentos y atención especializada es urgente, especialmente para los niños desnutridos. Pero lamentablemente, puede que ya sea demasiado tarde para salvar a muchos de ellos», advirtió de Waal.

La crisis en Gaza no es solo una cuestión de falta de alimentos, sino una crisis humanitaria que exige una respuesta inmediata y un cambio en la política internacional para evitar que este escenario se convierta en una tragedia irreversible.

Sé el primero en comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *