En agosto de 2025, la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el envío de una poderosa flota naval al Caribe, cerca de las costas de Venezuela, bajo el pretexto de realizar operaciones contra el narcotráfico internacional. Sin embargo, la Casa Blanca no ha mencionado en ningún momento la posibilidad de una intervención militar directa en el país suramericano.
El 26 de agosto, el Ejército de Estados Unidos divulgó imágenes de infantes de marina realizando ejercicios con fusiles en la cubierta de uno de los buques desplegados, el USS Iwo Jima, un navío de ataque anfibio. En la fotografía, dos miembros de los marines apuntan con rifles durante una simulación, destacando la preparación militar desplegada en la zona.
Despliegue Militar de Más de 4.000 Tropas
Según el portal especializado Military.com, el despliegue incluye tres destructores estadounidenses equipados con misiles guiados Aegis y tres buques de asalto anfibio, lo que totaliza una fuerza de más de 4.000 efectivos, incluidos alrededor de 2.000 marines. Los barcos, como el USS San Antonio, USS Fort Lauderdale, USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson, patrullan desde el océano Atlántico hasta las aguas cercanas a Venezuela, con el objetivo declarado de combatir los carteles del narcotráfico que operan en la región.
Aunque la administración estadounidense ha enfatizado su compromiso en la lucha contra el narcotráfico, el despliegue militar ha suscitado preocupación, ya que no se han especificado los detalles del mandato de esta operación, ni se ha confirmado si la movilización tiene fines exclusivamente militares o si podría escalar hacia otras acciones.
Reacciones Internacionales: Venezuela Alerta de Amenaza
La Misión Permanente de Venezuela ante Naciones Unidas expresó su preocupación y denunció lo que calificó como una «escalada de acciones hostiles» por parte del gobierno estadounidense. En un comunicado emitido el 27 de agosto, el gobierno venezolano afirmó que el despliegue de buques como el USS Lake Erie, un crucero lanzamisiles, y el USS Newport News, un submarino nuclear de ataque rápido, representa una amenaza directa para la paz y la seguridad en la región del Caribe.
Venezuela ha solicitado que el Consejo de Seguridad de la ONU intervenga para frenar las acciones militares de Estados Unidos cerca de sus aguas territoriales, subrayando que esta movilización constituye una «grave amenaza» a la soberanía nacional y la estabilidad regional.
A medida que las tensiones se incrementan en la región, tanto la Casa Blanca como el gobierno venezolano continúan emitiendo declaraciones contradictorias sobre los fines y las implicaciones de la operación militar estadounidense, mientras la comunidad internacional observa de cerca los posibles desarrollos en esta delicada situación geopolítica.
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