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El trabajo remoto para empresas extranjeras: una alternativa que gana terreno en Ecuador

Valeria, de 29 años, nunca ha experimentado la rutina de trabajar en una oficina tradicional. En lugar de madrugar para tomar el transporte público hacia su lugar de trabajo, su jornada comienza con solo activar la alarma unos minutos antes de conectarse a su computadora. Desde hace tres años, Valeria desempeña un cargo administrativo para una compañía norteamericana de manera remota, lo que le permite cumplir con sus responsabilidades laborales desde la comodidad de su hogar y con un salario que supera ampliamente el promedio local.

“Puedo hacerlo desde cualquier lugar con una conexión a Internet, y mi sueldo es mucho mejor que lo que me ofrecerían en Ecuador”, comenta Valeria, destacando una de las ventajas más atractivas de este tipo de empleo: la flexibilidad. Sin embargo, reconoce que el trabajo remoto puede ser «solitario e individual», ya que el contacto con sus compañeros es limitado, existiendo solo interacción cuando es necesario discutir temas laborales específicos.

Una de las desventajas de su situación es que, al ser una empresa extranjera, su contrato no está regido por la legislación ecuatoriana. Esto significa que no tiene protección legal en caso de despido injustificado. A pesar de ello, la compañía le proporciona beneficios como un seguro médico privado, días de vacaciones y enfermedad, además de un bono anual.

Aunque ha considerado afiliarse voluntariamente a la seguridad social en Ecuador, Valeria explica que, debido a su salario, no le resulta económicamente viable cubrir los gastos de una afiliación. Además, subraya que aceptar un trabajo con una remuneración inferior en una empresa local, incluso con la inclusión en el sistema de seguridad social, no le resulta atractivo.

Aspectos legales y fiscales del trabajo remoto para empresas extranjeras

Es importante tener en cuenta los aspectos legales antes de aceptar un empleo remoto con una empresa extranjera. Según María José Callejas, consultora de Recursos Humanos, si la empresa está constituida en Ecuador, el trabajador tiene derecho a una indemnización en caso de despido. Sin embargo, en el caso de Valeria, cuya empresa no tiene presencia en el país, cualquier indemnización dependerá de las leyes del país de origen de la compañía o de los términos establecidos en su contrato.

Por otro lado, los trabajadores remotos que se acogen a este tipo de empleo deben inscribirse en el Registro Único de Contribuyentes y facturar por sus servicios. Esta modalidad es considerada como una exportación de servicios por el Servicio de Rentas Internas (SRI), lo que implica una tasa de 0% en el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Además, si el salario recibido ha sido gravado en el país de origen, el trabajador podría beneficiarse al pagar solo la diferencia en el impuesto a la renta, si ya fue cubierto en el extranjero.

En resumen, trabajar para una empresa extranjera de manera remota presenta ventajas económicas y flexibilidad, pero también desafíos legales y fiscales que los interesados deben tener en cuenta antes de decidirse por esta modalidad de empleo.

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