El legendario actor y exgobernador de California, Arnold Schwarzenegger, volvió este domingo a España —país donde inició su carrera cinematográfica con Conan el Bárbaro— como el gran invitado de honor en la primera edición de la San Diego Comic-Con celebrada en Málaga. Ante un auditorio repleto de más de 3.000 asistentes, muchos caracterizados como sus icónicos personajes, la estrella de acción compartió su trayectoria, anécdotas personales y un poderoso mensaje de unidad: “No miréis al otro como enemigo, no hay enemigos.”
La sorpresa de la jornada fue la aparición del actor español Antonio Banderas, quien definió a Schwarzenegger como “una leyenda del cine internacional… y además encantador”. Banderas rememoró su primer encuentro con el homenajeado, durante una paella en común años atrás.
Junto a ellos, el director Álex de la Iglesia, quien se encargó de conducir la clase magistral del austriaco-estadounidense, celebró su presencia: “Hemos conseguido traer al más grande.”
Durante su intervención, Schwarzenegger repasó su carrera desde sus comienzos en Almería, Segovia y Madrid, y rindió homenaje a quienes lo acompañaron en su camino: “Soy lo que soy gracias a los fantásticos directores con los que he trabajado.” Mencionó especialmente a John Milius, quien lo dirigió en Conan the Barbarian (1982), y recordó las lecciones de esgrima que recibió en esa época y la influencia del cine japonés, como Los siete samuráis de Kurosawa, para dar forma a su personaje.
Haciendo gala de su característico humor, imitó a su amigo y eterno rival Sylvester Stallone, compartiendo su famosa “competencia” sobre quién había causado más muertes en pantalla. También recordó cómo su imagen de héroe de acción fue clave para dar el salto a la comedia, con títulos como Kindergarten Cop, Twins o Junior.
A sus 78 años, el actor aseguró: “Han sido 50 años de diversión, no puedo imaginar nada mejor. Si estoy aquí, es por los fans.” Y añadió: “Siempre se ha tratado de entretener a todo el público, por eso me hice ciudadano del mundo.”
El momento más emotivo llegó al final, cuando habló de su etapa como gobernador de California, calificándola de “inspiradora” y llamando a la responsabilidad global: “Debemos dejar el mundo mejor de lo que lo encontramos. Combatamos la contaminación, que mata a más de cinco millones de personas cada año.”
Y como no podía ser de otra forma, cerró su intervención con una de sus frases más emblemáticas:
💬 “Y recordad… volveré.”
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