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Protestas prolongadas afectan gravemente a pequeños agricultores en Imbabura

Las tres semanas consecutivas de protestas en la provincia de Imbabura comienzan a generar descontento dentro de las propias comunidades indígenas, especialmente entre pequeños agricultores que ven en riesgo sus medios de subsistencia. En sectores como Coñaquí y Quitumba, el cierre de vías ha imposibilitado la salida de cosechas hacia los mercados locales y nacionales, generando pérdidas irreversibles en plena temporada agrícola.

En un audio filtrado desde una reunión en la comunidad de Quitumba —donde la dirigencia ha prohibido grabaciones de audio y video— se escucha a un comunero expresar su rechazo al paro. “Estamos en época de cosecha de choclos y no podemos perder la siembra”, señala, remarcando que muchas familias viven de tierras arrendadas y dependen de las ventas semanales para sostenerse. “El jornalero puede perder unos días, pero nosotros trabajamos seis meses para sobrevivir el otro medio año”, enfatizó.

Mientras tanto, se denuncian actos de violencia en sectores como Peribuela e Imbaya, donde se ha reportado la agresión a conductores y daños a vehículos, lo que mantiene bloqueadas rutas esenciales para el tránsito y comercio. En La Esperanza, la tensión entre manifestantes y moradores ha escalado a discusiones abiertas, como se evidencia en videos difundidos en redes sociales, donde vecinos reclaman por la afectación a su movilidad y economía.

Frases como “¿Hasta cuándo vamos a estar?”, recogidas por el portal digital La Naranja de Ibarra, reflejan el creciente malestar de la ciudadanía ante una protesta que parece extenderse sin una salida clara. Desde la dirigencia, la respuesta ha sido contundente: “Hasta que nos diga el Gobierno algo, aquí no paramos”.

Este sábado se cumple el día 19 del paro nacional. En Cotacachi, una nueva marcha fue acompañada por la presencia de la fuerza pública, mientras que en Quito se mantiene el despliegue policial en puntos estratégicos. En la asamblea del pueblo Kayambi, un dirigente instó a radicalizar la protesta y propuso el bloqueo de rutas clave para ejercer mayor presión sobre el Ejecutivo. «Cuando ya no entre ni salga el producto, ahí recién van a reaccionar», advirtió.

Pese al clima de tensión, este fin de semana se habilitaron dos ferias comunitarias en Pimán y Quinchuqui, Cotacachi, para permitir el abastecimiento básico de alimentos a la población. La venta, sin embargo, estuvo restringida a familias del sector y bajo estricta supervisión de la dirigencia indígena, sin acceso para intermediarios o comerciantes minoristas.

El alcalde de Cotacachi, Jomar Cevallos, presente en la marcha, confirmó que actualmente operan dos corredores humanitarios para garantizar el abastecimiento mínimo. También desmintió que haya existido una tregua por parte de las organizaciones, como se ha intentado difundir en algunos espacios.

A medida que la protesta se prolonga, la tensión social crece y las voces internas que claman por una revisión de las medidas comienzan a tomar fuerza. La incertidumbre sigue marcando el rumbo del paro en la sierra norte del país.

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