Pulsa «Intro» para saltar al contenido

Sodilibro celebra 34 años promoviendo la lectura en Cuenca

Fundada el 1 de septiembre de 1991, la Sociedad Difusora del Libro, Sodilibro, celebra 34 años de compromiso con la promoción de la lectura en la ciudad de Cuenca. Este emblemático espacio cultural nació como una iniciativa universitaria de los economistas Luis Peralta y Vinicio Izquierdo, en una época en la que el mercado editorial estaba dominado por enciclopedias de gran formato.

“Desde 1989, mientras aún era estudiante, ya trabajaba en este mercado. Mi compañero Vinicio Izquierdo se sumó un año después, y juntos continuamos en esta actividad durante nuestros últimos años de universidad. Decidimos emprender formalmente en 1991, en una época en que el libro impreso era casi exclusivamente de gran formato”, rememora Peralta, actual gerente de Sodilibro.

De 600 títulos a más de 19.000

En sus primeros años, Sodilibro ofrecía un catálogo reducido de aproximadamente 600 títulos, principalmente enfocados en colecciones técnicas, literatura infantil y textos para el hogar. La venta era directa, en ferias y a domicilio. No fue sino hasta 1998 que se inauguró el primer local abierto al público, lo cual marcó un punto de inflexión para el crecimiento de la empresa.

Desde entonces, el catálogo se ha expandido de manera sostenida, abarcando áreas tan diversas como literatura general, ciencia y tecnología, autoayuda, filosofía, deporte y libros técnicos. Actualmente, Sodilibro cuenta con más de 19.000 títulos en su inventario.

“No somos una librería especializada. Buscamos llegar a distintos públicos, desde estudiantes hasta profesionales, desde lectores ocasionales hasta investigadores”, explicó Peralta.

Adaptarse a los tiempos

Durante más de tres décadas, Sodilibro ha sido testigo —y protagonista— de los cambios en los hábitos de lectura en el país. A pesar del crecimiento del consumo digital, el libro impreso sigue siendo una pieza clave para los lectores ecuatorianos.

Según la Encuesta Nacional de Hábitos Lectores 2022, el 57,5 % de la población del país prefiere los libros impresos. “Se pensó que lo digital iba a desplazar al papel, pero ambos formatos se complementan. Incluso en áreas como informática, los lectores siguen buscando manuales impresos”, añade el gerente.

Resiliencia ante las crisis

La historia de Sodilibro también está marcada por su capacidad de adaptación ante las crisis. En el año 2000, durante la dolarización, enfrentaron serias dificultades económicas derivadas de la inflación y la devaluación. Dos décadas después, la pandemia de COVID-19 obligó a cerrar temporalmente su local, por primera y única vez en 34 años.

“Fue un momento complejo, pero nos adaptamos para seguir atendiendo desde los domicilios y luego reabrimos con medidas de bioseguridad”, recordó Peralta.

Pese a los obstáculos, la empresa se ha mantenido vigente gracias a una permanente renovación de su oferta. Los fundadores asisten regularmente a ferias internacionales en ciudades como Bogotá, Buenos Aires, Ciudad de México y Madrid, donde identifican tendencias y adquieren nuevas publicaciones.

Entre los temas de mayor demanda actual destacan la filosofía estoica, autoayuda, literatura juvenil —como la saga de Harry Potter—, así como libros de cocina y manuales técnicos.

Mucho más que una librería

Más allá de ser un punto de venta de libros, Sodilibro se ha consolidado como un espacio cultural activo en Cuenca. Conversatorios, presentaciones de libros y eventos artísticos forman parte habitual de su agenda.

Este jueves 16 de octubre de 2025 a las 18:30, la librería acogerá la presentación de la obra «Ecuador 500 años: Entre el saqueo del oro y el petróleo», publicada por Editorial El Conejo y escrita por el jurista y docente universitario Pablo Estrella Vintimilla.

“Queremos que Sodilibro sea un lugar vivo, vinculado al arte y a la cultura, porque el libro es una herramienta para el conocimiento y el desarrollo. Instituciones adquieren bibliografía para sus bibliotecas y familias fomentan la lectura en nuevas generaciones. Eso nos motiva a seguir”, enfatizó Peralta.

Presencia en la ciudad

Sodilibro cuenta con dos locales físicos: su sede principal en las calles Benigno Malo y Juan Jaramillo, y un segundo punto de atención dentro de la Universidad del Azuay. Atienden al público de lunes a viernes, de 09:00 a 19:00, y los sábados y feriados, de 09:30 a 18:00.

A lo largo de 34 años, Sodilibro ha sabido mantenerse fiel a su misión fundacional: democratizar el acceso al conocimiento a través de los libros. Su historia es también la de miles de lectores cuencanos que han crecido, aprendido y soñado entre sus estanterías.

Sé el primero en comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *