La Fiscalía de Brasil solicitó este martes a la Corte Suprema que condene al expresidente Jair Bolsonaro por cargos de «asociación criminal armada» y «golpe de estado», en un proceso judicial que ha intensificado una crisis diplomática entre Brasil y Estados Unidos. Tras varias jornadas de interrogatorios, el ente acusador reafirmó su postura, acusando a Bolsonaro y a siete de sus exsubordinados de intentar «garantizar la permanencia autoritaria en el poder» tras su derrota en las elecciones de 2022 frente al actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva.
Los cargos y la respuesta de la fiscalía
La acusación sostiene que, después de la derrota electoral, Bolsonaro y su círculo cercano intentaron «perturbar violentamente el orden democrático». Según el informe de la fiscalía, «la participación de los acusados en los hechos quedó probada», por lo que pidió que se les condenara por «organización criminal armada», «tentativa de abolición del estado democrático» y otros delitos relacionados con daños a bienes públicos.
El proceso judicial ha causado controversia internacional, especialmente en Estados Unidos. El expresidente Donald Trump calificó la acción judicial como una «cacería de brujas» y anunció medidas económicas contra Brasil, incluyendo un arancel del 50% a las importaciones brasileñas, que entrará en vigor el 1 de agosto.
Consecuencias políticas y diplomáticas
El futuro de Bolsonaro y sus colaboradores ahora está en manos del juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, quien también enfrenta amenazas de sanciones por parte de Estados Unidos debido a sus decisiones en contra de plataformas de redes sociales estadounidenses.
La pena que podría enfrentar Bolsonaro y sus presuntos cómplices asciende hasta 40 años de prisión. El expresidente se declara inocente y asegura ser víctima de una «persecución política». En su comparecencia ante la Corte, Bolsonaro reconoció haber considerado utilizar un «dispositivo constitucional» para impedir la asunción de Lula al cargo.
El impacto en las relaciones internacionales
El presidente Lula ha asegurado que buscará negociar con Washington para evitar los aranceles, pero a su vez condenó la «injerencia» de Trump en la justicia brasileña y sugirió una posible «reciprocidad» con gravámenes a las importaciones de Estados Unidos.
Este caso, que involucra a una figura polarizadora como Bolsonaro, no solo pone en juego la estabilidad política interna de Brasil, sino que también amenaza con desatar una nueva confrontación diplomática entre dos de las principales economías del continente americano.
Excelente artículo sobre Jair Bolsanaro! Cabe mencionar que este elemento fue electo gracias al trabajo de manipulación electoral llevado a cabo por la nefasta empresa Cambridge Analítica.